Teixeira, Antonio

Compositor

Portugués Barroco tardío

Lisboa, 14 de mayo de 1707 - †Lisboa, después de 1769

En 1714, reconociendo sus grandes dotes musicales, fue enviado a estudiar a  Roma a los siete años de edad por el rey Juan V, junto con otros muchachos, estudiando allí hasta 1728.

Catedral de Lisboa

El 11 de junio de ese año fue elegido capellán-cantante de la Catedral de Lisboa y examinador de canto llano para la Sé Patriarcal. Para ella escribió hermosos motetes y otros servicios religiosos, como un "Te Deum " para cinco coros y orquesta, su obra sacra más importante. Sin embargo, Teixeira también compuso música secular, siendo autor de diversas cantatas festivas para los miembros de la aristocracia, incluyendo la hermosa "Gaudete, astra Gaudete!". También compuso la música para por lo menos tres óperas de António José da Silva, “Guerras de Alecrim e Manjerona”, “As Variedades de Proteu, O Labirinto de Creta” y “O Precipício de Faetonte”. José Mazza establece que compuso siete óperas que fueron realizadas por grandes títeres en el Teatro do Bairro Alto en Lisboa entre 1733 y 1739.

Su música teatral superviviente lo muestra escribiendo en el estilo italiano de su época. Alterna el estilo poli coral del romano barroco con un estilo operístico en las secciones solistas. Antonio Teixeira es uno de los compositores más importantes de la primera mitad del siglo. XVIII en Portugal y sus obras sacras están actualmente en el archivo de la Catedral de Lisboa.

En su música hay una perfecta asimilación de los modelos con los que contactó en Roma, donde se perfeccionó en contrapunto, composición y clavicémbalo, y su música es una de las grandes glorias de la corte del rey Juan V: su “Te Deum” es de una dimensión y magnificencia que están a la par de las obras de Vivaldi, Telemann y Haendel, y sus producciones operísticas son de una gracia y expresividad inigualables, como la ópera escrita junto con Antonio José da Silva (el Judío), “As Guerras de Alecrim e Manjerona”, una de sus pocas partituras que, desde el siglo XVIII, se ha interpretado con cierta regularidad hasta la actualidad, debido principalmente a la popularidad del texto de Antonio Silva.

"Te deum laudamus" y "Tibi omnes Angeli" del "Te Deum"